En consejo de escritores 6 mencioné a dos cuyas reflexiones me proponía comentar en la próxima nota: Ray Bradbury y Ernest Hemingway, Comienzo con Hemingway.
Todos los 2 de julio pienso por qué Hemingway no esperó hasta el 21, cuando cumpliría 62 años, para apretar uno de los dos gatillos de la escopeta –calibre 12 de dos caños-. Lo cierto es que el disparo estremeció la casa -se suicidó en el vestíbulo- y los que se hicieron cargo de recoger los restos enfrentaron una circunstancia que él ya había previsto en una novela publicada en 1937.
En este momento, a propósito de poéticas, me doy cuenta que se ha cumplido una sentencia de Horacio en Epístola a los Pisones y que ya comentó Víctor Hugo: Amphora coepit instui; cur rota currente, exit urceus? (¿Se ha empezado a fabricar un ánfora, por qué al rodar del torno sale un botijo?) Esta nota estaba titulada Consejos de escritores 7. Me detengo y le cambio el nombre: Ketchum, Idaho, 2 de julio: 07:30.
Porque con este último disparo, determinación que debe haber madurado toda la noche en que el sueño americano se le volvió insomnio goyesco -la mujer avisó del hecho a las 07:30-, se debe haber repetido el cuadro que Hemingway describe magistralmente en To have and to have not (1937), pasaje que llamó la atención a Jorge Luis Borges, hasta el punto que lo citó en la reseña que hizo del libro para la revista El Hogar el 13 de mayo de 1937. Y el hecho de que ese comentario fuera hecho poco menos de un año después de la primera edición de To have and to have not nos revela dos cosas. La primera: hasta qué punto en la Reina del Plata de esos años ya idos -¡ay!- se estaba al tanto de los nuevos lanzamientos de libros de autores extranjeros. Segundo: que Borges ya conocía, perfectamente, a Hemingway puesto que en la reseña también menciona una novela anterior: A Farewell to Arms (1929). Hilando más fino podría decir que, además, Jorge Luis Borges había leído muy bien los cuentos de Hemingway, por lo menos uno: "The Killers" ("Los asesinos"), puesto que lo glosó, pero con otro final.
Jorge Luis Borges cierra esa reseña con una traducción suya aclarando que el tema es el suicidio en América: "Algunos se despeñaban por la ventana de la oficina; otros se iban tranquilamente en garajes para dos coches, con el motor en marcha; otros seguían la tradición nativa del Colt o del Smith Wesson: esos instrumentos tan bien construidos que dan fin al remordimiento, acaban con el insomnio, curan el cáncer, evitan bancarrotas y abren una salida a posiciones intolerables con la sola presión del dedo: esos admirables instrumentos americanos tan fáciles de llevar, de tan seguro efecto, tan indicados para concluir con el sueño americano cuando este ya se vuelve una pesadilla, sin otro inconveniente que el matete que tiene que limpiar la familia".
Una duda que me acude en este momento es: ¿qué tipo de cartucho de postas debe haber elegido Hemingway para su escopeta calibre 12 ese 2 de julio a las 07;30? ¿Los cargados con la 0 Buck, apta para la caza de aves o la 04 Buck, recomendada para conejos y caza menor? Y esto tiene que ver con "el matete que tiene que limpiar la familia", sin duda la 04 Buck debe haber dejado un estropicio mayor.
"El disparo estremeció la casa" es una frase de Enrique Vila-Matas, tuneada por mí, a propósito del suicidio de Hemingway; quien literalmente dice en el pasaje de To have and to have not: "... their only drawback the mess they leave for the relatives to clean up". Yo lo habría traducido: "su único inconveniente, el quilombo que tiene que limpiar la familia"; me parece que respeta más el ritmo de las frases contundentes de Ernest Hemingway.
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