La palabra perspectiva viene de perspicio (mirar, buscar, mirar a través de, examinar, estudiar a fondo). De perspicio derivan nuestro sustantivo perspicaz y otro término en latín, sin equivalente en nuestro idioma, perspicientia (percepción clara, conocimiento cabal).
Por este abolengo y árbol genealógico, perspectiva es un término polisémico; la RAE le da nueve acepciones. Y a los fines de artistas plásticos, músicos y escritores, cinco de ellas son válidas; la primera: "Sistema de representación que intenta reproducir en una superficie plana la profundidad del espacio y la imagen tridimensional con que aparecen las formas a la vista"; la tercera: "Panorama que desde un punto determinado se presenta a la vista del espectador, especialmente cuando está lejano"; la cuarta: "Apariencia o representación engañosa y falaz de las cosas"; la quinta: "Punto de vista desde el cual se considera o se analiza un asunto"; y la sexta: "Visión, considerada en principio más ajustada a la realidad, que viene favorecida por la observación ya distante, espacial o temporalmente, de cualquier hecho o fenómeno".
En Proxémica otra musa aludí a La dimensión oculta, libro que leí hace añares; rescaté de un estante, apapaché en mi mesa de luz y, desde hace un par de noches, releo al azar. Rescato "las trece perspectivas de Gibson".
Nuestros sentidos, en especial la vista, no están adaptados a captar más allá de ciertas velocidades o situaciones. Desde mediados del siglo XIX, el incremento de la velocidad de los ferrocarriles llevó al hombre a desplazarse, por primera vez en su historia evolutiva, a más de 100 kilómetros por hora, el cambio, sumado a nuevas invenciones, mutó de manera irreversible la relación de los humanos con el medio entre sí. Estas alteraciones llevaron a Jorge Luis Borges a reflexionar en "El libro", sobre las extensiones del cuerpo: teléfono, microscopio y telescopio –hoy podríamos sumar visor nocturno, radar y satelites–, para concluir que la extensión de la memoria es el libro –hoy habría que agregar Internet.
Del psicólogo James Gibson no tengo más información que la que obtuve en La dimensión oculta y la web; es suficiente. El problema de la visión que lleva a "las trece perspectivas..." deviene del desplazamiento a grandes velocidades; pese al incremento exponencial de la rapidez de los aviones a partir de la Primera Guerra Mundial, el "mundo civilizado" no se incomodó. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial trajo aparejado el aumento del tráfico aéreo, resultado de bombardeos masivos y combates en el espacio. Los pilotos descubrieron que, en momentos extremos; la necesidad de trasladar las lecturas de agujas e indicadores del tablero de control a un mundo tridimensional, y en movimiento, requería demasiado tiempo y podía ser fatal. Los estudios de Gibson permitieron diseñar instrumentos que crearon un mundo visual artificial que replicase al real. De esta manera, los aviadores terminaron volando por espacios electrónicos trazados en el cielo. De sus trece variedades de perspectiva, divididas en cuatro clases, rescato las aplicables a la plástica, música y letras.
a) Perspectiva de posición
1- De textura: a medida que una superficie se aleja se incrementa la textura. Cuando nos alejamos, el detalle de los árboles y del bosque se funde en una compacta masa verde. En la Narración de Alcinoo, título del Libro VIII de Odisea, el citarista Demódoco canta la caída de Troya; Ulises al escucharlo, revive su partida de Ítaca, el demorado regreso y rompe a llorar, así es reconocido y completa la historia para la audiencia.
2- De tamaño: los objetos se hacen más pequeños a medida que nos alejamos de ellos. El olor de la magdalena (En busca del tiempo perdido, Marcel Proust) y la taza de té de tilo son el hilo de Ariadna que lleva de regreso a una maraña de recuerdos para internarse en el bosque del tiempo.
3- Lineal: las vías de ferrocarril se unen en el horizonte; o en "El Aleph" Borgeano.
b) Perspectiva de paralaje.
4- Perspectiva binocular: Cada ojo recibe una imagen distinta, las dos se unen en nuestra conciencia. Si observamos un paisaje urbano complejo y luego lo hacemos sólo con un ojo, somos conscientes de esta fusión. El poema sinfónico de Doukas El aprendiz de hechicero, funde un relato de Luciano de Samosáta y un poema de Goethe. Goya, El Guido, y Caravaggio hacen otro tanto en "Guernica", de Picasso.
5- Perspectiva de movimiento: los objetos que se alejan parecen hacerlo más lentamente a medida que su distancia con el observador aumenta. Por el contrario, si se acercan parecen hacerlo más de prisa a medida que la distancia disminuye. Y esto lo vive Drogo en El desierto de los tártaros y se repite en parte de la narrativa de Dino Buzatti.
c) Perspectivas independientes de la posición o el movimiento.
7- Perspectiva de foco: si miramos con detalle un objeto cercano el fondo se esfuma, y viceversa. Los pintores y fotógrafos conocen este fenómeno; los últimos la llaman profundidad de campo.
8- Perspectiva ascendente del campo visual: uno mira hacia abajo los objetos cercanos y hacia arriba los distantes. Los lectores compulsivos la aplican con anteojos bi y mutifocales.
9- Cambio de textura o espaciado lineal: las tallas de veinte centímetros de alto de El Quijote y Sancho Panza, que tengo sobre mi escritorio se ven más grandes que el balcón del edificio de enfrente. Otro tanto pasa con El llano en llamas y la obra completa –escrita y por escribir– de Federico Andahazi.
12-Cabalidad o continuidad de una silueta: la mejor idea la da un objeto que se funde con el fondo, el principio del camuflaje que tan bien utiliza Julio Cortázar en varios de sus cuentos entre otros, algunos de Un tal Lucas, "El ídolo de las cicladas" y "Continuidad en los parques".
A la luz de estas perspectivas, entre todas las posibilidades de representación y narrativas que existieron a lo largo del tiempo en distintas culturas, hay un ejemplo que me parece notable, la obra del cronista andino, Guaman Poma de Ayala: El primer nueva corónica y buen gobierno, escrita entre finales del siglo XVI y principios del XVII, que narra los primeros cien años posteriores a la conquista española del Nuevo Mundo. El lector de El primer nueva corónica... necesita comprender y conocer la concepción espacial andina para interpretar los dibujos que acompañan al texto y que, muchas veces, subvierten la concepción cósmica de colonizadores y catequizadores. Este indígena puro, criado entre indios, mestizos y blancos, para expresar su conciencia histórica, jugó no sólo con la concepción espacial andina; también alteró la cronología bíblica en sus dibujos. Allí, per visiblia ad invisiblia, las ilustraciones encubren mensajes ocultos que sólo los iniciados pueden leer. Como las marcas que ven el chevalier Dupin, el detective de Baker Street y Calibar en Facundo.